HISTORIA


Ya hace más de un siglo que nuestra familia fabrica los Jamones y Embutidos de Cerdo Ibérico, desde entonces se han venido transmitiendo generación tras generación los conocimientos y las técnicas artesanales que hoy nos permiten ofrecer un producto artesanal, natural, exquisito, original y en definitiva de una calidad sin igual, fruto de muchos años de experiencia.

Fue hasta el año 1985, Carnicería-Charcutería. Vendía al por menor en este municipio de Benarrabá a una escala infinítamente inferior a la de hoy en día. Los visitantes que se acercaban al pueblo y sus habitantes, al probar los productos, fueron ellos, junto con sus elogios, los que nos motivaron a poner en marcha un proyecto con vistas a dar a conocer y comercializar nuestras chacinas fuera del entorno. Fue entonces cuando mi padre, Andrés, junto con el apoyo de mi madre, Juani, mi abuela Josefa, mi hermano Antonio y un presente, (el que os redacta), decidió construir una pequeña fábrica de Jamones y Embutidos, denominada «Andrés Ramos».
Esta empresa fue fruto de un gran esfuerzo, ya que por el desconocimiento de concepción de subvenciones o por la ausencia de estas, el proyecto se realizó sin ninguna ayuda de la Administración. En 1986 con la citada empresa ya creada, nos adaptamos a la normativa sanitaria vigente. Diez años después, haciendo varias reformas, nos homologamos para entrar en la Comunidad Económica (C.E.); tampoco en este caso contamos con la colaboración o ayudas externas, sino nuestro esfuerzo y trabajo en común. Nuestras materias primas están todas provistas de registro sanitario y las maquinarias utilizadas están homologadas, contando con las garantías sanitarias en la elaboración de los Embutidos y Jamones.

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